viernes, 11 de abril de 2008

La Herradura (Por lo que fuiste, eres y seguirás siendo)


Cuando era niño, mi papa nos llevaba a mis hermanos y a mí a veranear a Villa. Debo admitir que como era más pequeño, le tenía un poco de miedo a meterme a ese mar al que siempre le he tenido un respeto, y mucho más si se trata del mar de Villa.

No recuerdo exactamente cuando fue que empezó mi admiración por el mar, pero imagino que más o menos a la edad de 12 o 13 años, junto con uno de mis hermanos empezó nuestra afición por el BodyBoard, deporte que el sigue practicando y que yo he dejado de lado por el momento (léase, hasta comprarme una bodyboard y accesorios).
Posiblemente aquí comenzó todo esto que hasta el día de hoy me motiva a ir al mar todas las veces q pueda...y también cuando no pueda.

Este pasado fin de semana al igual que casi todos los fines de semanas anteriores, me la pase prácticamente veraneando en las playas que mas frecuento: La encantada de Villa, La Herradura, también tuve oportunidad de ir a Las Sombrillas (realmente jamás me gusto y jamás me gustara esa playa), El Silencio en el sur, San Bartolo, Punta Negra, Punta Rocas, Punta Hermosa, Cerro Azul etc. etc.

No puedo quejarme, realmente este verano lo he disfrutado al máximo tanto de día como de noche, incluso mas que el año pasado donde, hubieron muchos motivos que me lo impidieron.
Este pasado fin de semana fue algo especial a diferencia de los otros. Llegue a la playa alrededor del medio día, ahí cuando el sol quema más y pensando encontrar a mucha gente. Pero cuando terminaba de cruzar el túnel de La Herradura, con mi música preferida en los oídos; divise el mar a lo lejos, y vi La Herradura de color verde esmeralda. -No lo podía creer- en todo el verano no la vi así. El Point estaba calmado y solo habían olas para el lado del Pico.
Pero… no era todo; la playa estaba desierta!! , máximo 25 personas a todo lo largo y ancho. Realmente me llamo mucho la atención, ya que semanas anteriores estaba reventando de gente.

Que paso me dije yo? Me pare en el malecón para divisar la playa y al único conocido que divise, fue a Daniel, un amigo del barrio que se encontraba tirado panza pa arriba sobre su toalla de Coca Cola y bronceándose bajo los inclementes rayos del sol. Me le acerque y lo desperté. Me contó que había bajado solo, desde las 10 a.m. y me dijo que el mar estaba – buenazo!!! – con ese ímpetu que solo el sabe expresar.

Detrás de nosotros, un grupo de Bodyboarders se preparaban para hacer su ingreso, algunos enceraban sus Moreys y otros hacían el calentamiento previo. Uno de ellos llevo a su novia para que les cuidase las cosas a el y a todo el grupo. Al ver la escena me acorde de cuando era mas chico y mis amigos y yo, hacíamos lo mismo con nuestras amigas y otros con su enamoradas. Las llevábamos con la única intención de que nos cuiden las cosas. Realmente me vinieron muchas escenas de ese tipo a mi cabeza.

El sol quemaba más que nunca; no perdí tiempo, deje mis cosas con Daniel y me dispuse a entrar al mar.
Luego de cruzar el sendero de piedras y patear algunas de ellas, incluidas las que el mar con su fuerza empotraba en mis pies, que dicho sea de paso aun me duelen de tanta piedra; me pare en la orilla, me persigné 3 veces (para pedirle al de arriba que me proteja, por que a pesar de lo lindo q aparente el mar, le tengo respeto) y entre al mar- el agua estaba mas helada que nunca! – pero aun así, el calor era tal que me quede un buen rato dentro corriendo alguna que otra olita a pecho.

Aun seguía dentro del mar, cuando de pronto mire a mi derecha, luego a mi izquierda, mire hacia la orilla y me doy cuenta que era el único, no había nadie mas - una sonrisa invadió mi rostro y por un momento sentí que el mar que bañaba La Herradura era solamente mío- , junte mis manos sobre mi nuca y me tire para atrás; mire hacia arriba y sonriendo, me quede flotando cual muertito, contemplando el cielo que no tenía ni una sola nube…. y estuvo más azul que nunca.

De pronto tuve que salir por q Daniel mi amigo ya se iba y no quería dejar mis cosas solas. A pesar de no haber gente, por ahí no falta alguien que le gusta apropiarse de lo ajeno (léase: arenero = choro = ladrón).
Salí al toque y me despedí de Daniel, no sin antes agradecerle, haber cuidado mis cosas y que haya dejado un montículo de piedras que el construyo, el mismo que me sirvió como un reconfortante espaldar natural –nos vemos luego- me dijo, mientras lo veía subir las gradas del malecón y alejarse con su toalla de Coca Cola en sus hombros.

Me recosté sobre el montículo de piedras, saque mi MP3 y puse mi música preferida; trate de dormir pero no lo conseguí, así que me puse a ver como los chicos con sus Moreys, ingresaban uno a uno corriendo con las aletas puestas, tomando impulso, tirándose sobre la Morey para luego caer en el agua y empezar la remada; conjuntamente con el pataleo de las aletas, que a lo lejos parecían una especie de lanchita a motor. La marea crecía y las olas cada ves mas buenas, estoy seguro que ese grupo se bacilo muchísimo esa tarde al igual que yo, donde la playa solo fue para los pocos que fuimos.

-Que hermosa playa- me decía y la contemplaba de extremo a extremo; pero luego me puse a pensar, repase mi niñez y comencé a compararla con el presente y recordé muchísimas cosas que la playa tenia antes y ya no están más.
Creo que no hay que ser muy experto para darse cuenta de que La Herradura ha perdido muchísimo de su encanto y que hace mucho que se encuentra descuidada ; creo que podría hasta decir que es la mas descuidada de todo el litoral limeño.

El malecón que antiguamente lucia sus losetas de granito que al fin y al cabo no eran las mejores, pero por lo menos había. A la pista ya no le entran más huecos de los tantos que ya tiene. Las tomas de agua que habían para que la gente pueda asearse ya no existen mas, la comisaría, la posta medica, ni el megáfono donde antes transmitían música de antaño y donde a cada rato te pasaban –la hora Inca Kola - .
El mar parece haberse dado cuenta de estoy cual castigo se ha tragado parte de la arena dejándonos solo un minúsculo espacio de playa y una buena porción de “piedras” las mismas que gracias a un alcalde que quiso hacer una carretera sin estudio alguno, comenzó a dinamitar los acantilados y estas terminaron a parar en el lecho marino, afectando la flora y la fauna que habitaban el mar y del mismo modo afectando a la “Ola de la Herradura una de las mas perfectas y conocidas en todo Sudamérica”.

El descuido que sufre la misma también se da por parte de la gente que la labora allí desde hace mucho tiempo, los restaurantes o locales de entretenimiento, a excepción de algunos que por su antigüedad “sacan cara” por el lugar (El Suizo, El Riviera, etc.) pero la mayoría necesita renovarse (La ex Maquina del Sabor...y uno que otro que dice llamarse restaurante.).
Incluso la gente que labora ahí aporta un poco de este descuido al seguir alquilando unas sombrillas y asientos que ya no tienen ni color, en muchos casos muchas están oxidadas y deterioradas y la verdad que dan mal aspecto y una nota lúgubre a una playa tan hermosa.

No se donde quedo La Herradura que conocí cuando niño, donde uno podía ir y revolcarse con el grupo inmenso de amigos en sus arenas que no lucían tanto desperdicio como el que tiene ahora, se podía corretear para meterse al mar sin peligro de tropezar o golpearse con alguna piedra, ya que no existían.
Me parece que antes los restaurantes también lucían más provocativos a la vista y más elegantes, tanto de día como de noche, dando un aspecto más agradable.

En algún tiempo La Herradura era una de las playas más hermosas que tenía Lima y el continente, donde solo la crema y nata llegaba tanto a veranear como para correr las “olas perfectas” que había en su mar. Se le nombro la mas “Elegante de Lima” y si que era bien respetada.

Con esto no trato de insinuar que vuelva a ser así; ya que los tiempos han cambiado y ahora esta playa nos pertenece a todos, sin importar condición social, raza ni religión. Solo que muchas veces, decepciona ver a personas humildes (tanto del distrito como de otros) dejar la playa más sucia de lo que la encontraron.
Mi madre siempre me enseño que el hecho de ser humilde, no significa que tengas que ser sucio, así que no entiendo el porque de esto, y el por que, las autoridades no refuerzan la limpieza en la playa.

En fin!!…quise seguir disfrutando de ese día, pero ya no lo logre. Inmediatamente me puse a pensar a cerca de que cambios se podrían hacer a la playa para que vuelva a ser la misma de antes; pero grande fue mi decepción al recordar, que gran parte de los terrenos han sido vendidos a una constructora; la misma que piensa convertir a La Herradura en un gigantesco complejo residencial cuyo nombre será “COSTA AZUL”.

Imaginas un conjunto inmobiliario y turístico de 200 hectáreas, frente a los mares de La Herradura.
Con edificios residenciales, parques ecológicos, hoteles de 4 y 5 estrellas, restaurantes, colegios privados, iglesia cuyas escalinatas descienden hasta las orillas, dos centros comerciales más espaciosos que el Jockey Plaza, un faro, un muelle para estacionar aproximadamente doscientos cincuenta yates. De hecho, este muelle amansaría el mar y lo convertiría en una poza, ideal para embarcar y desembarcar. Y la mítica ola de La Herradura, simplemente, desaparecería.Además del cambio de mareas, la biodiversidad marina también se vería afectada. Y los efectos repercutirían en todos los veraneantes, no sólo tablistas. Un día normal, se estima, habría en este lugar unas 30 mil personas en plena actividad y otras tantas en la playa, tomando sol. ¿Te imaginas? ¿Te asusta?

Desde un principio esta constructora alegó que los restaurantes del boulevard de La Herradura –la franja frente al mar en la que están la comisaría y la torre además de los históricos El Suizo, Costa Azul, el S.O.S., etc.– se encontraban dentro de su propiedad y de esa manera se inició un litigio que continúa hasta hoy.

La gente ha levantado su voz de protesta por esto, los surfers haciendo campeonatos para salvar a La Herradura, otros juntaron firmas para presentarlas a instituciones internacionales de conservación de Olas, ya que para muchos alterarla seria como destruir MachuPichu, o como construir una carretera en medio del Estadio Nacional.
Para muchas personas incluido yo, La Herradura es un santuario. Incluso el presidente remitió al Congreso de la República el proyecto de ley que declara Monumento Histórico y la intangibilidad absoluta del Morro Solar del Chorrillos. El proyecto tiene la finalidad de preservar ese importante patrimonio histórico para las generaciones futuras, como testimonio del heroísmo, valor y sacrificio de miles de peruanos que ofrendaron sus vidas en defensa de Lima durante la invasión chilena en la Guerra del Pacífico.

En que terminara todo esto?, no lo sabemos; es más, estando allí no me importaba. Solo quería pasar un buen momento, disfrutar de mi música, el mar, las olas, el sol, la arena, de la poca gente que había, de la paz que existía, y de las sombrillas despintadas, que dicho sea de pasó, podría apostar, darán sombra muchos veranos mas .

El tiempo avanza y sin darnos cuenta dejamos de ver a la naturaleza como aliada y ensayamos atentados que no solo afectan su belleza, si no también, la relación con el propio ser humano y el ambiente en el que vive

La Herradura es un paisaje soñado –legendario y prometedor- esperemos que siga ahí por mucho tiempo languideciendo en invierno y reviviendo en verano.

Te doy gracias por haber podido disfrutar de tu playa, de tu mar, de toda la gente linda que te concurre, de todos los días de verano y de tus noches de juerga interminables.

Y por más descuidada y desamparada que te encuentres, siempre serás para mí, -la mejor playa de todo Lima-.

¡Ahora,….Ya se de donde viene mi admiración por el mar!

lunes, 22 de octubre de 2007

Una mañana para no olvidar.




Mariano se levanto de golpe y se dio cuenta que su celular Nokia que lo despierta todos los días a las 6:15, hoy le ha fallado. Jamás lo despertó.
Mariano esta retrazado media hora, esta aturdido y algo desesperado por que no quiere llegar tarde al trabajo. No debe. Hoy tiene una reunión a la cual no debe faltar.
Se apresura y se dirige a darse un baño de agua fría como lo hace todos los días por la mañana luego de su pequeña calistenia. Lamentablemente el día de hoy no podrá hacerla por el apuro, así que opta por ingresar de golpe a la ducha fría y bañarse lo más rápido posible.
Luego del baño aun esta algo aturdido por haberse levantado de golpe, pero sabe que eso no debe importarle porque aun esta retrasado.
De inmediato se pone la ropa interior, pantalón, zapatos y camisa; todo en un santiamén.
Baja deprisa y su mama lo espera con el desayuno servido, el cual no podrá disfrutar por el retraso. Decide llevárselo al trabajo junto con su almuerzo el cual siempre lleva en su lonchera verde de marca Igloo.
Se despide de su madre y esta le pide diez soles para su pasaje, hoy viaja al encuentro de su padre el cual esta ya de viaje desde el día martes. Al mismo tiempo ella le anticipa que mañana tendrá que comprar su almuerzo en el trabajo, ya que no habrá quien se lo prepare. Mariano le dice a su madre que no se preocupe, que no hay problema, que el se las arreglara, coge su saco, su lonchera verde de marca Igloo, su mochilita negra y sale volando de su casa. Aun sigue aturdido. Le pide a su madre que llame cuando llegue para avisar que se encuentra bien.
Mariano se dirige al paradero donde tomara la combi y posteriormente el bus de color morado que lo llevara a su trabajo. Aun esta atrasado, pero la combi llega rápido y lo lleva al otro punto de la misma manera. Ha ganado unos minutos.
Mariano no se confía, cruza la calle y se dispone a esperar el bus morado que lo llevara finalmente a su centro de labores.
De pronto ve a aproximadamente a cien metros acercarse el bus morado y conjuntamente con un grupo de gente avanza para tratar de hacerle el alto. Es en vano. Las malditas combis se han adueñado del paradero y nada impedirá que se muevan, aun a sabiendas que no hay pasajeros para ellos.

El bus morado se le pasó y Mariano no hace más que verlo alejarse y sonríe, pero por dentro sabe lo que puede suceder si llega tarde a la reunión así que trata de inventar una buena excusa para sustentar su falta y no ser amonestado en la misma. No lo consigue.
Mariano esta aun más desesperado, piensa que si no le hubiese dado los diez soles a su madre para el pasaje, se hubiese podido ir en un taxi y así solucionar la situación. De inmediato saca esa idea de su cabeza y se lamenta sigilosamente por pensar así.

Nuevamente se aproxima otro bus morado y nuevamente la gente se aglomera con la intención de subir al mismo. (Mariano odia las buses llenos, los detesta; pero detesta más, viajar en combi). Sabe que subir al bus morado será todo un desafió, sabe que será una lucha por apoderarse de un pequeño espacio, sabe que tendrá que lidiar con varios para lograr su objetivo y poder viajar tranquilo los 45 minutos que demorara en llegar el bus morado a su destino.
Entre empujones y apretujones Mariano logra subir y logra apoderarse de un pequeño espacio. Le ha costado un par de empujones y algún intercambio de palabras con algunos pasajeros, los mismos que prefirió evitar por el desagradable olor que estos desprendían.

Mariano aun esta desesperado, pero ahora esta molesto también, su terno y su camisa están más arrugados que la abuela de 86 años de su amigo Rodrigo.
Mariano quiere explotar, quiere mandar a todos al carajo, piensa en bajarse del bus morado y no asistir a su reunión. No lo hace, piensa que “no hay mal que por bien no venga”. Lo toma deportivamente y decide que seguirá hasta el final y que afrontara sus problemas como le han enseñado toda su vida.
Mariano esta desesperado aun, sigue molesto también, aun quiere explotar.

De pronto algo cambia su estado de ánimo. El bus morado ha hecho una parada y ha subido una chica preciosa. Mariano no lo cree, cree que aun esta aturdido y esta viendo cosas, pero no es así, esta viendo lo correcto. Es una chica preciosa de ojos exageradamente verdes y cabellos castaños. Mariano esta encantado con ella, esta impresionado por su belleza pero a la vez desconcertado ya que nunca jamás vio a una chica tan linda viajar en el bus morado que el toma todos los días para llegar a su centro de labores.
La chica sube tal como lo hizo Mariano a regañadientes con empujones y algún intercambio de palabras con algunas personas. Mariano la mira, la contempla de reojo, aun no lo cree; esta encantado y emocionado a la vez.
La chica se acomoda al lado de Mariano y no presta atención a las miradas libidinosas de algunos pasajeros que se inflaman al ver su cuerpo perfecto.
Mariano siente celos de todos ellos, le molesta que la miren de esa manera, lo único que desea es que alguien se pare y le ceda el asiento. Piensa en como puede hacerle el habla. Piensa en que seria de su vida si el estuviera con alguien como ella, piensa en muchas cosas, se ve casado y con hijos. Mariano esta alucinando.

La persona que se encontraba sentada al lado de Mariano se para y el asiento queda vació. Mariano no lo piensa dos veces y le sede el asiento a la chica, ella se lo agradece y le devuelve el gesto con una sonrisa increíble que dejan mostrar la perfección de sus dientes y sus preciosos labios.
Ella le pide sus cosas a Mariano. Mariano accede de inmediato y piensa que afortunadas son su lonchera verde de marca Igloo y su mochilita negra donde el guarda celosamente cosas muy suyas.
Mariano esta contento, los otros pasajeros lo miran con ojos de envidia, el sabe que es así. No le importa. Solo piensa en como hacer para conversar con ella. No sabe como.

Pero por esas casualidades que a veces nos da la vida, la chica se percata de que la mochilita negra de Mariano esta abierta y que unas hojas escritas a mano sobre salen de la misma, no aguanta la curiosidad y le pregunta a Mariano con una voz sublime para quien escribe eso. Mariano se pone helado, no sabe que responder, solo la mira directamente a los ojos exageradamente verdes, y atina a preguntarle que no le ha escuchado. Ella sonríe otra vez como solo ella saber hacerlo y le pregunta nuevamente por las hojas escritas a mano; Mariano que siempre siente vergüenza de conversar en publico de cosas personales, le responde con voz baja que es una carta. Ella lo mira, y le dice que ya nadie escribe cartas a mano, que para eso están los correos electrónicos.
Mariano se siente entupido no sabe que hacer ni a donde ver, solo siente que todas las miradas van hacia el, se llena de valor y se olvida de las mismas. Aun se siente estúpido pero no puede perder tiempo y le responde que el siempre gusto de escribir a mano, que lo siente mas personal y que se desenvuelve mejor haciéndolo. Ella lo mira, lo contempla. La hora no avanza, se detiene! A Mariano ya no le importa, solo quiere estar lo mas cerca que pueda de ella.

La persona sentada al lado de la chica se dispone a pararse, Mariano se inquieta, se emociona, piensa que puede ser su oportunidad de conversar y conocer a la chica de los ojos exageradamente verdes y de los cabellos castaños.
Se desocupa el asiento y Mariano piensa en sentarse, pero al lado suyo hay una señora mayor que esta luchando por mantenerse en pie. Mariano no sabe que hacer, ve el asiento, ve a la señora, ve a la chica y opta por cederle el asiento a la señora; desde niño le enseñaron a ser respetuoso por los demás aunque esto implique ciertos sacrificios.

Mariano ahora esta arrepentido, pero igual intercambia miradas con la chica; ella lo mira, el la mira; ella le habla desde el otro lado del asiento.
A Mariano ahora no le importa el que dirán o el que pensaran el resto de los pasajeros; no le importa que escuchen su conversación, no le importa si lo miran y si sienten envidia de el, no le importa si llegara al trabajo a tiempo, no le importa nada; ahora solo le importa seguir conversando con ella.

La señora a la cual Mariano le cedió el asiento de repente se para y nuevamente el asiento queda vació. Mariano no lo duda y se sienta tal como se levanto de la cama: de golpe. Ella se alegra, el también, ahora podrán conversar tranquilos. Ella le pregunta para quien es la carta, quiere verla; Mariano lo piensa, se la da, ella la lee.
Mariano piensa que no debió dársela, se burlara pensó. Ella mira a Mariano y le dice que jamás vio expresada en una carta, lo que el le escribió a la chica a la cual algún día amo.
Ella se enternece, le pide a Mariano que le hable de ella. El accede, no le gusta hablar del tema, pero no tiene que perder, no la conoce, que podría pasar. Ella le cuenta a Mariano de su vida, que cosas hace, a que se dedica y le cuenta también que esta de paso por Lima; nació aquí pero radica afuera. Se llama Gabriela. Le cuenta muchas cosas, le cuenta también sobre su ultima pareja, el cual la dejo por otra; Mariano piensa que su ex pareja debió ser alguien mucho mas estúpido que el, piensa que alguien debe estar loco para dejar a una persona tan linda, tan simpática, tan delicada como Gabriela.

Mariano esta contento, esta muy contento ahora. A Mariano ya no le importa su trabajo.

De repente se da cuenta que esta loco, que tiene una reunión de la cual dependen las personas que trabajan a su cargo, se da cuenta que nos los puede dejar al abandono, se da cuenta de que debe llegar a su trabajo.

A lo lejos divisa el letrero de una conocida agencia bancaria, señal de que ya tiene que bajarse. No lo desea, pero debe hacerlo. Se despide de Gabriela con un beso y un abrazo, le dice que lo hace sin querer hacerlo y con el dolor de su corazón. Ella lo mira, le sonríe con esa sonrisa que solo ella sabe hacer, el le devuelve la sonrisa y le dice que no la olvidara. Ella rompe un pedazo de papel y apunta algo en el, se lo da a Mariano y le pide que la llame. Es su número de teléfono. Mariano se pone contento, la gente lo mira con más envidia aun, el promete llamarla.
Mariano baja del bus morado y le dice adiós desde la calle, ella lo mira y le devuelve el gesto, le manda un beso volado. Mariano se derrite, esta mas contento ahora.
Mariano hubiese preferido que ella le de su correo, pero no atino a pedírselo, se arrepiente al máximo por eso. Sabe que es la persona mas estúpida del mundo, aun mas que la ex pareja de Gabriela; pero sabe que no debe arrepentirse jamás de las cosas que hizo o que dejo de hacer.

Mariano esta contento, esta muy contento, con una sonrisa enorme llega a su oficina con 20 minutos de retraso, en la misma le dicen que no hubo reunión, que se postergo.
Mariano esta muy contento, esta más que contento. Sabe que no debe ilusionarse por cosas así, hace algún tiempo tuvo una decepción y aun no la ha superado.

Mariano esta contento, esta mucho más que contento, se ve en la necesidad de contárselo a alguien, pero no tiene a quien. De pronto se le ocurre escribir lo que le paso y enviarles un correo a sus amigas para que estas sean cómplices de lo que le sucedió aquella mañana.
Mariano esta contento, esta muy contento, su día que parecía seria un día horrible se había transformado en un día más que estupendo, aun no lo creía.

Mariano ahora esta en su oficina, sentado en su escritorio, contemplando el espacio, y esperando que sus amigas le hagan algún tipo de comentario por lo sucedido.
Mariano esta contento, ojala todos sus mañanas fuesen así.



PD.
Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.